Aplica estas tácticas relacionadas con el género femenino para salir de una crisis

Las soluciones impensables en más del 80% proceden de quienes le apuestan a la creatividad, de ahí que cada vez más los emprendedores contraten personal femenino.

Cuando una empresa presenta grandes problemas se requieren medidas drásticas e insólitas para sortearlos. Las soluciones impensables en más del 80% proceden de quienes le apuestan a la creatividad, de ahí que cada vez más los emprendedores contraten personal femenino, identificado con emplear más el hemisferio cerebral izquierdo que favorece la innovación.

Prosperar en una era de incertidumbre generalizada y de cambios extremadamente rápidos en el mercado, la ayuda a la que puede apelarse es a la del “vujá dé”, es decir, apostar por hacer cosas nunca antes vistas ni imaginadas.

Para enfrentar de manera original los problemas, conviene abandonar el razonamiento causal, el cual asegura que en la medida en que podamos predecir el futuro podremos controlarlo, y sustituirlo por una estrategia de efectividad, es decir, “crear” el porvenir.

Las características a las que debemos poner atención para crear el futuro y solucionar los problemas de una manera innovadora se relacionan con aquellas que identifican al género femenino:

  • No pretenden que ellas y sus empresas sean “bastante buenas” en todo. Los innovadores buscan llegar a ser los mejores en algo.
  • Ser la única o la mejor no implica limitarse a una sola actividad.
  • El éxito a largo plazo depende de algo más que pensar más y mejor que la competencia. Depende de que se asuma un mayor compromiso con los diferentes públicos: clientes, inversionistas, colaboradores, entre otros.
  • Buscan conquistar a los consumidores emocionalmente y no solo satisfacerles racionalmente.
  • Crear algo nuevo no siempre significa iniciar una empresa desde cero. Se trata de cumplir con nuevas expectativas del mercado.
  • No pretenden saberlo todo.
  • Emplean al público colectivo para evaluar las ideas.
  • No desmoralizar a quien generó una mala idea.
  • Para lograr que “los de fuera” compartan sus ideas, simultáneamente dan a conocer las que tienen ellas.
  • Permiten que el mayor número de participantes sean líderes y se sientan responsables de aportar nuevas ideas.

Cuando ya se tiene cierta proclividad hacia este liderazgo innovador que identifica en muchas ocasiones a la gestión de las mujeres, es hora de “copiar” otra táctica femenina y enfrentar cualquier problema con el supuesto "¿qué tal sí?” Aunque existen muchas probabilidades con esta pregunta abierta, mencionaré las cuatro más usuales que pueden utilizarse de forma aislada o combinada:

1. ¿Qué haría un millonario? Ante un problema dado, pensar en cómo se podría resolver si se tuvieran todos los recursos del mundo para hacerlo. Este pensamiento es un instrumento que nos lleva a ser un poco más audaces y extravagantes de lo que seríamos.

Este es solo el primer paso que nos ayudará a imaginar sin restricciones lo que suele conducir a soluciones en las que no habíamos pensado cuando nos centrábamos en los límites en lugar de en las posibilidades.

2. ¿Dónde más funcionaría? Conviene analizar si no existirá ya alguna solución que, con algún ajuste, pueda resolver un problema.

Esto se llama traslación y la misma requiere a menudo una adaptación. La solución trasladada tiene que adaptarse y encajar bien en el contexto e instituciones del nuevo entorno. Con esta herramienta puedes empezar con tus propias soluciones e intentar encontrar nuevos contextos donde la misma idea resolverá los problemas de algún otro.

Antes de nada, deberías procurar ver lo que hace la gente en otras partes del mundo para resolver el mismo tipo de problema. En ciertos aspectos, mirar por encima del hombro para ver lo que está haciendo su vecino es mucho más sencillo (casi una insignificancia) y la manera más directa de traslación.

En otras ocasiones, una solución no se encontrará en otra cultura, sino en otro contexto. Por supuesto, esta búsqueda es más difícil que la traslación geográfica, porque no hay un lugar evidente donde buscar el nuevo problema que se debe resolver. Se necesita ser proactivo.

3. ¿Funcionaría al revés? Darle la vuelta a cómo se hacen normalmente las cosas y dejarse sorprender por los resultados, sin censura previa.

La otra manera de hacer algo parece con frecuencia tan estúpida que se censurará aun antes de empezar. Pero si evita la autocensura y deja de pensar que siempre existe una manera natural y correcta de hacer las cosas, los resultados pueden merecer la pena.

Ante una crisis recuerda identificar estas características y aplicarlas, de ese modo podrás salir adelante con ideas frescas e innovadoras.



Fuente: entrepreneur